
Irène, de Pierre Lemaitre, es la primera de una serie de cuatro novelas protagonizadas por el comandante Camille Verhoeven.
En esta reseña te cuento mis impresiones sobre esta novela, y por qué te recomiendo efusivamente que la leas.
Así que vamos allá.
Índice
Sinopsis de Irène, de Pierre Lemaitre
El comandante Camille Verhoeven vive la vida perfecta: está casado con la maravillosa Irène, con la que espera su primer hijo. Pero su felicidad se resquebraja tras un asesinato inusualmente salvaje. Desde que la noticia se hace pública, la prensa lo acecha y cada uno de sus movimientos se convierte en noticia de portada.
Verhoeven descubre que el asesino ha matado antes. Cada uno de sus crímenes parece rendir homenaje a una novela negra clásica, por lo que los periodistas se apresuran a darle un sobrenombre: «El Novelista». Quienes pueden ayudar a encontrarlo se suman a la lista de sospechosos: un librero y un profesor universitario expertos en novela negra. La investigación se convierte así en un duelo intelectual, y en una aterradora carrera contra el reloj.
Lo que me ha gustado de Irène, de Pierre Lemaitre
Son muchas las cosas que me han gustado de esta novela, así que voy a intentar enumerarlas de menos a más.
Personajes secundarios
Los compañeros de Camille en el cuerpo de policía son tipos interesantes.
Maleval es un fiestero, un mujeriego, un fumador compulsivo, un manirroto…
En suma, un tipo al que le gusta correrse juergas muy a menudo, y que con frecuencia llega al trabajo en condiciones lejanas a las idóneas para desempeñarlo.
Luego está Armand, un veterano que lleva veinte años en la policía, y cuya característica principal es su tacañería.
Recurre a lo que sea con tal de ahorrarse dinero, lo cual lo vuelve insoportable en el trato cotidiano, pero el caso es que es muy buen policía, tal vez el mejor.
Y luego está Louis, para mí el más interesante de los tres, simplemente por la reflexión que plantea al lector.
Louis es un tipo con mucho dinero, tanto que no necesita trabajar para vivir, y sin embargo ha elegido hacerse policía.
¿Por qué haría eso alguien en su posición económica?
En mi opinión, porque, sin objetivos por los que luchar ni sueños que perseguir, la vida se vuelve anodina.
Las dos partes
La novela está dividida en dos partes que son muy distintas entre sí.
La primera parte
La primera es la más larga con diferencia, pues ocupa unas tres cuartas partes de la novela.
Tiene un ritmo pausado, y nos muestra con todo lujo de detalles cómo trabaja en el caso la policía: vemos reuniones entre compañeros, conversaciones con psiquiatras, con la jueza Deschamps, y con la prensa.
Sobre todo con esta última, pues se incide mucho en la intromisión de la prensa en el caso, que con sus constantes publicaciones entorpece la investigación.
Por último, si la lees, notarás que se alterna entre la tercera persona del pasado y la tercera persona del presente sin seguir, aparentemente, ningún criterio específico…
Hasta que descubras el por qué de esta decisión, y cuando lo hagas, alucinarás, porque es toda una genialidad por parte del autor.
La segunda parte
La segunda parte, por motivos argumentales que no desvelaré, convierte la novela en un thriller.
Hay una sensación de urgencia que lo impregna todo: el ritmo narrativo, el cambio de carácter de Camille, e incluso la manera de estructurar la historia.
Mientras que la primera parte es una novela más convencional, con sus capítulos y sus secciones dentro de cada uno de ellos, la segunda es básicamente un único (muy largo) capítulo.
Una decisión muy acertada, ya que contribuye a dar esa sensación de velocidad de vértigo a la que sucede todo.
El homenaje a la novela policiaca
Los asesinatos que aparecen en esta novela se basan en otras novelas negras clásicas, y con ello el autor rinde homenaje al género.
Pero es que el homenaje va mucho más allá de replicar los crímenes de estas novelas.
Poco más puedo añadir sin destriparte la trama, así que solo me queda invitarte a que lo descubras por ti mismo, porque merece la pena.
Lo que no me ha gustado de Irène, de Pierre Lemaitre
Solo le pongo un pero a esta novela, y tiene que ver con los dos protagonistas de la novela: el comandante Camille Verhoeven y su mujer, Irène.
Siendo dos personajes con tanto peso en la trama, esperaba que fueran más carismáticos, pero la verdad es que me han parecido bastante sosos.
Ambos son normales en toda la extensión de la palabra: no son ni demasiado buenos ni demasiado malos, ni genios ni estúpidos, ni temperamentales ni flemáticos, etc, y tampoco tienen ninguna característica reseñable, como el vicio de Maleval o la tacañería de Armand.
Lo único llamativo, en el caso de Camille, es su físico, pues la genética le jugó una mala pasada y le dejó una estatura de metro cuarenta y cinco.
Sí que es cierto que en la segunda parte, por motivos argumentales que no desvelaré, Camille experimenta una transformación y se vuelve mucho más vehemente e impulsivo.
Pero es que cualquiera de nosotros reaccionaría igual en su situación.
Conclusión
En cualquier caso, Irène es un novelón, uno al que deberías hincarle el diente si te gusta el género policiaco.
Esta es una de las muchas novelas recomendadas por autores de novela negra que aparecen en este post (al igual que Flores cortadas, que reseñé aquí), así que como ves voy poniéndome al día con ellas 😄
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¿Has leído Irène, de Pierre Lemaitre? ¿Te ha gustado? Comparte tu opinión en los comentarios del post.
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